The Resistance de Muse pasará a la inmortalidad

No es usual que un grupo pop rock de la misma generación de Coldplay y Keane construya una pieza de rock conceptual y se salga de esquemas como la necesidad de tener un éxito radial para trascender. Y aún menos usual resulta que una multinacional crea en su propuesta. Sí, los británicos Muse son un grupo inusual e impredecible.

Siguiendo la firme convicción del no continuismo sonoro en sus trabajos, ajenos a llevar un mensaje político o para la salvación de los problemas de hambre de África, el grupo liderado por Matt Bellamy ha sabido conjugar con astucia la importancia de vivir para hacer buena música, romper el establishment del concepto de canción pop rock y no buscar un Nobel de Paz. The Resistance es un disco denso, apocalíptico, lleno de un sincretismo sonoro que conjuga sabiamente los grandes momentos de la música para obtener un merecido lugar junto a obras como Tommy, de The Who, o Dark side of the moon, de Pink Floyd. Sin exagerar.

Canciones como Uprising y Resistance tienen referentes en el glam y el hard rock de los setenta, y tienen energía suficiente para mover todo un estadio al unísono gracias a sus melodías fáciles de recordar. Por momentos el disco cae en los clichés del electro pop, con llamados angustiosos a Abba y Justine Timberlake en la extraña Undisclosed desires. Por fortuna, la 'musa' de las grandes hazañas del rock vuelve en United States of Euroasia (+ collateral damage), la magnum opus del disco, que reúne en cinco minutos a Freddie Mercury, Procol Harum, Génesis, Rush y Frédéric Chopin. Valentía y talento para lograr una extraña mezcla progresiva que solo bandas como Dream Theater, Flower Kings o Transatlantic se atreven en pleno siglo XXI.

The Resistance pasará a la inmortalidad como un disco conceptual e inspirador para futuras generaciones, que rompió las lógicas del pop, revivió la mística de los setenta, la magia de la buena música y el poder del trío, como ELP o Cream lo hizo hace 40 años.

Por Jacobo Celnik

Muse
The Resistance
Warner, 2009