sábado, febrero 09, 2008

Psapp


La de Psapp podría ser la (no tan) típica historia de chico encuentra chica y juntos forman una banda de pop. Ella, Galia Durant, procedía de una familia cuyos intereses musicales iban de la canción protesta al acid jazz pasando por los sonidos tradicionales de la India. Normal que la chica haya desarrollado un gusto poco usual por los instrumentos (especialmente los teclados) vintage. Él, Carim Clasmann, se curtió musicalmente en distintos estudios de grabación de Colonia. En ellos llegó a trabajar con bandas como Einstürzende Neubauten o Die Toten Hosen hasta que decidió trasladar sus huesos hasta Londres.

Allí fue donde ambos, a través de amigos comunes, se conocieron y dieron forma a Psapp a principios de siglo. Los primeros meses de vida estuvieron dedicados a los experimentos con “sonidos tontos” hasta que, a finales del 2002, comenzaron a sondear el mercado discográfico y a dejar fluir una incontinencia creativa que se tradujo en una retahíla de lanzamientos: tres EPs tan sólo disponibles en vinilo – Do Something Wrong (Melodic, 03), Buttons And War (Arable, 04) y Rear Moth (WIAIWYA, 04) – y un mini CD de edición japonesa – Northdown (Rallye, 04) – antes de publicar a principios del año pasado su álbum de debut para el sello de una de las mitades de isan: Tiger, My Friend (Arable, 05).

Por el camino, Psapp dejaron unas cuantas canciones en las bandas sonoras de series como The O.C., Anatomía de Grey o Nip/Tuck y no perdieron la ocasión de fichar por Domino y publicar su segundo largo sin apenas respiro. Este lleva por título The Only Thing I Ever Wanted (Domino/PIAS, 06) y, cosa lógica teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, recoge el testigo donde lo dejó Tiger, My Friend para darle una nueva vuelta de tuerca y mejorarlo.

Once canciones que nos vuelven a traer memorias de tardes felices gracias a unas delicadas melodías de juguete repletas de detalles, timbres y tonalidades. Un paso más allá de la indietrónica, Psapp tiran tanto de sampler como de una infinidad de instrumentos y cachivaches sonoros entre guitarras acústicas (Tricycle), aires folk (Eating Spiders), dulces nanas (Make Up), psicodelia suave (King Of You), violines (New Rubbers) y glitches, hermanando electrónica y pop.

The Only Thing I Ever Wanted recordará a los arabescos de Herbert junto a Dani Siciliano (sobre todo en el uso de la voz) tanto como podrá hacerlo a Lali Puna, Stereolab, Coco Rosie o Feist. Pero sus ganas de picotear aquí y allá, de probar y jugar con los instrumentos y el ordenador, de vestir y decorar las canciones, les lleva un paso más allá: hasta un resultado que, por momentos, puede llegar a emocionar.

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