jueves, abril 24, 2008
Jim Capaldi, de Traffic, dejó un legado en la música y en la filantropía
"UN HOMBRE SIN PAÍS, un hombre con un corazón gigante, un hombre que supo amar y dar". Así definió Aninha Capaldi a su marido, Jim Capaldi, en una fría noche londinense de 2007, en la que le rindieron un merecido tributo a su carrera musical. El genial baterista y fundador de Traffic, quien murió en 2005 víctima de un cáncer de estómago, dejaba un gran vacío en el mundo de las artes y la filantropía. Tristemente, pocos en nuestro país nos dimos cuenta de su partida y de su importancia en la historia de la música.
Son pocos los músicos que han logrado combinar exitosamente la labor al frente de los tambores y la responsabilidad de sostener el peso creativo de una banda. Casos tan interesantes como los de Don Henley, Keith Moon, Phil Collins y Neil Pert, demostraron que ellos no solo servían para adornar y sostener el hilo rítmico de una canción. El Capaldi que impone con Traffic un estilo innovador en la forma de tocar la batería, se une a este selecto grupo de talentosos percusionistas, pero dio un paso más adelante porque comprendió a tiempo que el mundo tiene necesidades más urgentes que divertir a millones de espectadores.
Su historia de vida se parece en algunos aspectos a la de Cat Stevens. Un día descubre que toca el cielo junto a su banda. La fama, las mujeres, las giras y mucho dinero se vuelven los elementos esenciales de su vida. Era un gran sueño que desde niño anhelaba cuando era testigo de la creciente fama de The Beatles y los Rolling Stones. Quería ser así y lo logró, pero de repente despierta de esa fantasía y le confiesa a Aninha que le hace falta hacer algo por lo cual pueda ser recordado el día que deje este mundo. En un abrir y cerrar de ojos se muda a Brasil, se olvida de Traffic, de su amistad con Steve Winwood, de los años cuando compuso melodías inmortales como 40.000 Headmen y Paper Sun y se dedica a luchar por mejores condiciones de vida para los niños de las favelas de Río de Janeiro.
Dear Mr Fantasy, el tributo musical que Aninha Capaldi organizó en honor a su esposo, se consigue en DVD y CD. Es un homenaje emotivo en el que artistas como, Yusf Islam, Bill Wyman, ex bajista de los Stones, Pete Townshend, Joe Walsh de los Eagles, Paul Weller, Jon Lord de Deep Purple y Steve Winwood, reviven las canciones de un amigo con el que compartieron sus ideales de vida y el sueño de un mundo justo. La inmortalidad para Capaldi llegó el día que le devolvió la sonrisa a millones de niños en Brasil. A nosotros nos encantó con su música.
POR JACOBO CELNIK
Tomado de:
http://www.cambio.com.co
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