miércoles, abril 16, 2008

Si tu revolución no baila, no me invites a tu revolución

de Matias Lecoq

En un rincón del planeta hay gente que baila, canta, pinta para hacer la revolución. Una revolución creativa llena de vida y de lucha, para aquellos que tuvieron que luchar para poder vivir. No fue una revolución voluntaria. Tuvieron que tomar las armas, aunque sólo fuera por 14 días, y afrontar un ejército mexicano defensor de los acuerdos de libre comercio y de las políticas de explotación de los indígenas. Era en 1994. Ahora la lucha sigue.
Han aprendido del tiempo pasado y cambian, evolucionan, sin tener que dejar el baile. Aprendieron que del gobierno no se puede fiar, que del sistema no se puede vivir, porque sólo permite a algunos sentarse en el sofá mientras ve como esa gente no baila. Aprendieron también que del poder no viene la solución y que nunca lo querrán ; a la imagen de Emiliano Zapata que se sentó en el palacio real solo unos minutos y que volvió enseguida con su pueblo de siempre. Por eso son “Zapatistas”, por eso formaron y siguen formando el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) : “Zapata Vive, la Lucha Sigue !”

El Chiapas es este rincón del planeta donde nació este movimiento que llamamos ahora “altermundialista”. Es un rincón del mundo que sobrevive vendiendo café y con el apoyo de toda esta gente humilde del mundo entero. Llevan 14 años de lucha silenciosa contra paramilitares, manipulación política (numerosos son los presos políticos) y contra nuestro “sistema económico”. Este sistema que hace que podamos comprar café del mundo entero a bajo coste ; más barato que lo que le costó a los productores. Están luchando porque para ellos la idea que dice que “se puede transformar la sociedad sin luchar y sin tocar los privilegios de los más ricos, con sólo llenar un boleto electoral” no vale más que la que dice que “se puede conseguir la figura de Angelina Jolie sin hacer más que llevarse una galleta en la boca...” (Subcomandante Marcos).

Es un rincón de esperanza deshaciéndose de cualquier identidad para decirnos que ellos son nosotros, sin querer ser un ejemplo, sino una luz. Una esperanza que corresponde a un contexto particular en el cual no se acepta la pluralidad ni la libertad. Este contexto es económico. El de los Zapatistas es humano. Y vender café no es más que seguir una tradición ancestral que ha permitido que ahora estén vivos.

“No queremos luchar sólo por el bien de nosotros o sólo por el bien de los indígenas de Chiapas, o sólo por los pueblos indios de México, sino que queremos luchar juntos con todos los que son gente humilde y simple como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren la explotación y los robos de los ricos y sus malos gobiernos aquí en nuestro México y en otros países del mundo.”

Extractos de la Declaración de la Selva Lacandona del EZLN.

chiapas.pangea.org

Tomado de:
http://www.radiochango.com

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