domingo, septiembre 09, 2007

Arctic Monkeys


Tal vez estás a punto de leer esto y descubrir una banda llamada Arctic Monkeys, o tal vez ya sabes más de ellos que los que 1,000 palabras jamás podrían decir. Es posible que bajaras sus canciones meses antes de que a las compañías discográficas les importaran y tal vez te atrapó el repentino impulso de manejar medio día sólo para verlos tocar. Tal vez tomaste uno de los demos que te entregaron en los primeros conciertos, memorizaste cada palabra y se las gritaste de vuelta durante su siguiente presentación. Tal vez fuiste uno de los que han tomado el surfear sobre el público de los Monkeys como un trabajo de tiempo completo, y es posible que también hayas terminado con una lesión permanente debido a ello.

Porque, a menos de que tu definición de éxito recaiga en cuántos yates privados puedes comprar, Arctic Monkeys ya eran un éxito masivo mucho antes de que firmaran un contrato con Domino en Junio de 2005. ¿Gente obsesa con las canciones? ¿Conciertos totalmente vendidos llenos de locos saltando al escenario? ¿Fanáticos hardcore aprisionados contra las ventanas del lugar, sólo esperando poder alcanzar a ver algo? Todos esos puntos han sido cubiertos.

"Lo que ha pasado ha sido realmente para morirse de risa", ríe el vocalista principal y guitarrista Alex Turner, reconociendo el huracán de idolatría que ha barrido a su banda en los últimos meses. "Si digo ‘fenómeno’ suena como que estoy siendo poco modesto, pero sería ridículo si actuáramos como si no nos diéramos cuenta de qué tan increíble ha sido el último año. Cuando todo comenzó estábamos como ‘¿qué está pasando aquí?’"

Por supuesto, fueron las guitarras las que comenzaron todo: dos de ellas, regaladas a Alex y Jamie Cook en Navidad hace sólo tres años. Ambos comenzaron a practicar arduamente – algunos podrían decir que competitivamente – antes de que Andy Nicholson (bajo) y Matt Helders (batería) se unieran al grupo.

Puede que compartan el gusto por The Smiths, The Clash y The Jam (y seguro, puede que Jamie ostente una sana pasión por Oasis, System Of A Down y Queens Of The Stone Age), pero de ninguna manera estaban listos para simplemente regurgitar el camino ampliamente recorrido del Brit-rock. Más que eso, pasaron sus días escolares escuchando a Roots Manuva, Braintax y otras cosas del sello británico de hip hop Low-Life, sin mencionar las compilaciones Lyricist Lounge y cortes de Rawkus Records como Pharaoh Monch. Otra influencia única fue el poeta de Manchester John Cooper Clarke, del que Alex se ha vuelto fan recientemente.

"Es un tipo sumamente delgado con largo y desaliñado cabello, lentes rojos y jeans entubados, todo un personaje", afirma Alex. "Todos nos dicen que tenemos un pésimo nombre para la banda pero él estaba como "¡Es genial! ¡No hay árboles en el Ártico! ¿Cómo sobrevivirían?’ Dibujó esta imagen instantáneamente, ¡una mente realmente creativa!"

De ahí las afiladas letras que impulsan canciones como ‘A Certain Romance’ una aguda observación sobre la vida en pequeños pueblos donde "sólo hay música para que pueda haber nuevos tonos de celular" y donde salir a veces puede significar tener un taco de billar envolviéndote la cabeza. En otras partes, hay tristes historias de mujeres que terminaron en las calles ("She don’t do major credit cards, I doubt she does receipts" – "When The Sun Goes Down") y gloriosos golpes a los clones del rock’n’roll que surgieron en el gran boom del rock garage de 2002 ("Yeah I’d like to tell you all my problems/You’re not from New York City, you’re from Rotherham" – "Fake Tales Of San Francisco").

Ésta era la vida en un pueblo satélite de Inglaterra, tan mordaz y observadora como cualquier cosa que escuches de parte de Mike Skinner, pero no fue siempre así.

"Las letras estaban en una oscura racha", admite Alex. "Nadie quería admitir que las había escrito, así que seguimos probando otros cantantes para que lo hicieran por nosotros, pero yo había estado escribiendo en secreto desde le escuela y me gustaba. No le había dicho a nadie porque no quería que me molestaran".

Aun después de superar sus obstáculos poéticos, pasó un año antes de que los Monkeys se aventuraran en un escenario. ¿Por qué? Tenía que ser perfecto, y para el momento en el que tuvieron su primer concierto en The Grapes en Sheffield, lo era. La gente se volvió loca y el grupo se bajó del escenario pensando que tal vez podrían estar ante algo importante. Algunos conciertos después estaban tocando en el Sheffield Forum, frente a una multitud que se sabía las letras que Alex aún no se había aprendido bien. No podían entenderlo, pero había una razón por la que su grupo de fans había estado creciendo: los demos que habían estado entregando en los conciertos al más puro estilo "Hazlo tú mismo" del punk.

"Antes trabajaba en un bar de lugares de conciertos y en verdad me molestaba cuando las bandas decían ‘Tenemos CDs a la venta allá atrás, tres libras cada uno’," dice Alex. "Pensabas ‘¿quién crees que eres?’. Tuvimos esta oportunidad en la que la gente literalmente estaba subiéndose al escenario, trepando por los demos, un total frenesí, y pensábamos ‘Esto está genial’.

Con los demos circulando por la red y en los conciertos, comenzaron a suceder cosas extrañas, como presentarse en los conciertos en Wakefield para ser recibidos por acérrimos fans de los Monkeys que habían conducido desde lugares tan lejanos como Aberdeen. Y cuando el grupo tocó en Boardwalk a principios de año fueron recibidos por el público entero cantando la letra de ‘When The Sun Goes Down’, una canción que nunca había sido editada.

Alex: "Tuve que dejar de tocar, ¡me estaba orinando! Simplemente estalló en esto. Teníamos gente surfeando al público y aterrizando en los monitores. Hubo un tipo en Manchester que salió volando encima de la gente y su cachete chocó al lado del escenario. Otro tipo llegó y solo rodó, un perfecto aterrizaje de gimnasta; pero lo mejor es cuando todos sólo están saltando".

En unos cuantos meses, el rumor de boca en boca se había esparcido en una forma a la que la industria no podía mantenerle el paso.

"Antes de que la histeria comenzara, los sellos decían ‘Me gusta, pero no estoy seguro sobre esto, y esta canción podría ser mejor con estos cambios…’. Nunca los escuchamos, y una vez que todo había despegado ni siquiera nos preocupamos más sobre el asunto. En Londres, la gente estaba viendo a la banda y la compañía discográfica estaba atrás viendo cómo la gente observaba al grupo".

Y, naturalmente para un grupo que nunca se había sentado para idear algo, las preguntas del tipo ‘después, a dónde’ son recibidas encogiendo los hombros: "La gente ya le importa lo suficiente la música, antes de que esté siquiera terminada. Puedes verlo en sus ojos y nadie te puede quitar eso. Sin embargo, creo que puede ser más grande. En lugar de tener cientos de personas cantando la letra, podrían ser miles. Me pregunto, ¿se sentirá diferente?" Tal vez al igual que ti él está por descubrirlo.


Artista: Arctic Monkeys

Álbum: Favourite Worst Nightmare


Tracklisting:

1. Brianstorm
2. Teddy Picker (Explicit)
3. D Is For Dangerous
4. Balaclava
5. Fluorescent Adolescent
6. Only Ones Who Know
7. Do Me A Favour
8. This House Is A Circus
9. If You Were There, Beware
10. The Bad Thing
11. Old Yellow Bricks
12. 505


Tomado de:
http://www.emimusic.com.mx

1 comentario:

Elu dijo...

realmente pienso que los arctic monkeys son un grupo genial, no soy fan desde el comienzo pero estoy actualmente totalmente enterada, sus canciones son una perfecta combinacion musical y lirica, pero lo que mas me asombra es como canta este grupo en vivo, es asombroso turner tienen un total control de lo que hace a pesar de sufrir panico escenico es increble. bueno eso es todo este es mi mail para fans de los monkeys
lilu8822@hotmail.com